Efemérides

Un día como hoy nacía una tortuga marina. No es que nacía en el mar, sino que era azul marino. Pero bueno, se le dice tortuga marina y no tortuga marino. Porque tortuga marino parece nombre de futbolista. O por lo menos así me parece a mi. “Corré más rápido Tortuga Marino”, imagino a un hincha diciéndole al Tortuga.  Pero la tortuga marina, que es la protagonista, la que nacía un día como hoy, en verdad no nacía un día como hoy, porque hoy llueve, y ese día estaba lindo. Lindo para los que les parece lindo un día de sol. Los fanas de la lluvia dirían feo.

El chicle de naranja

–          Hola, me das un chicle?

–          Si, de qué gusto?

–          Cualquiera

–          Bueno, acá tenés!

–          No, ese no me gusta

–          Bueno, de cuál querés?

–          Ese, el del envoltorio naranja

–          Acá tenés

–          No, pero este es de naranja, no me gusta la naranja

Acá dice que introduzca el título. Escribiendo me parece que se introduce sólo. A ver.

Tenía ganas de escribir. No sabía bien qué. Tampoco sabía cómo. Pero tenía ganas. Y acá estoy. Escribiendo. Mientras sigo escribiendo pienso qué escribir. Es difícil concentrarme. Mis dedos tecleando esto me distraen. Veo mis dedos escribir y pienso en ellos. ¿Por qué sigo apretando las teclas con dos dedos? ¿Por qué no uso la mano entera? Me refiero a todos los dedos, no a la mano con su palma y su revés. Creo que usando la palma para apretar las teclas haría aún más dificultoso el hecho de querer escribir. Y hablando de los dedos y las manos voy viendo que tengo las uñas medio largas. No largas, sino medio largas. Si estuviesen largas me las cortaría, pero ahora no sé si ya están para ser cortadas. Capaz que sí, pero no es indispensable que las corte ahora mismo. Además perdería la concentración de la escritura, ya que el alicate no me inspira. Y aunque me inspire yo no sé cómo escribir mientras me corto las uñas. Estaría bueno que alguien invente un dispositivo que sirva para escribir mientras te cortás las uñas. Si yo supiese cómo inventarlo, lo inventaría, pero no sé. Y en google dudo que aparezcan los consejos de cómo escribir mientras te cortás las uñas. En youtube tampoco debe haber un tutorial. Hay de todo, pero eso creo que no. Además ver ese video en youtube mientras intento llevarlo a la práctica, dificultaría aún más este tema de escribir. Aunque quizá puedo grabarme la voz de lo que quiero escribir, y después transcribirlo. Pero yo quería escribir, no transcribir. Y menos hablar. Además ese video no existe, asique no veo el sentido de seguir hablando de esto. Bueno, hablando no, escribiendo. Ya que no quiero hablar. No es que no quiero, pero bueno, no quiero hablar, quiero escribir.

Me colgué leyendo lo que había escrito. Por eso dejé de escribir un rato. Dejé un renglón para que sepan que hice una pausa. Aunque escribiendo que hice la pausa ya bastaría. Pero ya fue, el renglón ya lo dejé. Tampoco es que resta. Tampoco suma. No sé, es un renglón. No me gusta la palabra renglón. Debe ser su compostura lo que no me gusta. No se dice compostura, pero me gusta esa palabra. No es como renglón. Compostura sí que tiene compostura como palabra. Siento que está mucho más compuesta. O no? A mi me parece que sí.

Lucas Moore